En la décima fecha del torneo Apertura 97, Boca tenía que enfrentar a su archirrival. El partido contra River era una prueba de fuego para Martín, y, como siempre, respondió con lo que mejor sabe hacer: goles. River se puso en ventaja con gol de Berti. En el segundo tiempo el “Huevo” Toresani empató el partido. A los 22 minutos Martín consiguió el triunfo. En un corner para Boca, se produjeron muchos forcejeos en el área, y en ese instante, Palermo se elevó más alto que todos los demás y con un cabezazo de pique al suelo decretó el gol. Se sacó la camiseta y bajo la lluvia festejó con todos los hinchas, quizás con un poco de bronca acumulada porque las cosas, hasta ese momento, no le había salido como él esperaba.
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